Para abrir este espacio personal, se me ocurrió desempolvar estas letras que habían perdido su brillo de tanto estar esperando en la carpeta del pasado. Disfrútenlas si así lo consideran y si no, déjenlas volar, a alguien encontrarán que les guste tenerlas cerca.
LA MÚSICA NOS SALVARÁ
Cuando
las sirenas ocupen todo el aire
con su alarmante inquietud
y los niños jueguen
encerrados en casa por temor
al azar
cuando
los grandes monstruos mecánicos
como cirujanos desquiciados
roturen el paraíso
y los pájaros busquen como buitres
un arbusto en el desierto
cuando nos demos cuenta
de que las amenazas
son el credo de los que se dan la paz
y prometen la paz
y prostituyen la paz
cuando
el aire del invierno no traiga
promesas de que todo cambiará
y los árboles pierdan la hoja con prejuicios
y los caminos pierdan la gente
y tú te creas perdida
cuando
los ojos de la gente dejen de brillar
y los niños no se acuerden de reir
cuando la velocidad sustituya a la razón
y tú te marches buscando no sé qué
cuando demos la espalda al último violinista
y se nos muera una pintura en el regazo
blanda como una medusa
un cachorro o un libro mojado
cuando las historias cansen de puro tediosas
y el vino esté siempre caliente
y la cama nos descubra fríos y solos
y el invierno sea siempre demasiado largo
y la lluvia sea siempre demasiado poca
incluso cuando enterremos la música
con toda la pompa que sabemos
y creamos que estamos perdidos
irremisiblemente perdidos
y nos abandone el apetito y el deseo
nos encerremos en nosotros mismos
y no encontremos la llave
incluso entonces
la música nos salvará.